sábado, 14 de febrero de 2009

Megan Fox prepara un baño de sangre


















La noticia de que Megan Fox iba a protagonizar un filme cercano al slasher y haciendo de animadora malvada sonaba un poco a pitorreo. Después de lucir palmito en Transformers la chica sigue explotando su lado más adolescente y sexy dejando a un lado la seriedad que podría encaminar su carrera. Sin embargo, al saber quién era la encargada del guión de dicho filme, el asunto cambió de color.

Y es que dentro del rojo sangriento de la historia, la escritora de este proyecto no es otra que Diablo Cody, ex stripper metida a guionista de éxito y reputación (ganó el Oscar con su primer guión, Juno). Por tanto, el tandem formado por una actriz joven como Megan Fox y un guión escrito el mismo año en que se escribió Juno, daban a la película aires de seriedad y posible buen resultado.

Pero llegó la tercera piedra angular del proyecto. Teníamos a la mujer más sexy de 2008 en su primer papel protagonista, una guionista ganadora del Oscar por su primer guión, pero, faltaba director. ¿Quién se iba a poner tras las cámaras? Pues la directora Karyn Kusama, responsable de aquella pérdida de tiempo que fue Aeon Flux. Y el caso es que a pesar de todo, Jennifer´s body (titulo del filme) hasta podría ser un buen slasher para después del verano, que es cuando tiene previsto su estreno, al menos en Estados Unidos.

La trama se centra en el personaje interpretado por Fox, una animadora poseida por un diablo y que la convertirá en asesina: "Para vivir en este nuevo estado de no-muerta, se tiene que alimentar de sangre fresca", explica la actriz en declaraciones recogidas por Entertainment Weekly. Mientras tanto su mejor amigo tendrá que intentar recuperarla, aunque para ella tenga que buscar al líder de la banda de rock satánica causante de la posesión. Suena rocambolesco, pero puede ser divertido.

martes, 10 de febrero de 2009

A vueltas con el número - Actualizado -





























El número que muchos no se atreven ni a decir parece estar rodeado de cierto halo de misticismo, oscuridad y magia negra. Es como si al pronunciarlo fueran a desatarse las diez plagas de Egipto. Ese número forma parte de la cabecera de este blog debido, precisamente, al recelo que dicho dígito levanta en el personal. Por supuesto, la referencia es también obvia a una de las sagas de terror más rentables. Por supuesto, se trata de Viernes 13, filme que allá por los inicios de los ochenta se estrenó causando un impacto brutal en el cine de género y en la mente de muchos de los espectadores.

Curiosamente, la idea que parece extraerse de la película es que el sexo mata. En la primera entrega parece ser así (todas las muertes son precedidas de, como mínimo, deseo sexual), sin embargo, la realidad es que Viernes 13 es una historia de venganza que nada tiene que ver con el sexo. A estas alturas, cuando la película cumplirá su trigésimo aniversario en 2010, a nadie le estropearé la película si digo quién es el asesino de la primera entrega. Porque para muchos, el asesino siempre ha sido Jason, cuando, en realidad, en el filme original quien mata es la madre de Jason. Y no lo hace para aleccionar a los jóvenes sobre lo pecaminoso del acto sexual. De hecho, a ella le da exactamente igual lo que hagan los chicos, lo que quiere es vengar la muerte de su hijo, Jason, que murió en el campamento por un descuido de los monitores (que sí, estaban dándole al tema).


Madre traumatizada por la muerte de su hijo. Muerte causada porque los monitores estaban practicando sexo. Madre mata a quienes tienen o desean sexo, ergo la madre mata por el deseo sexual.

Aproximadamente ese era el razonamiento que quedaba tras ver la película en aquellos lejanos inicios de los ochenta. Claro que por aquella época la mentalidad era bastante diferente a lo que es ahora y esos temas llegaban con mas fuerza a la mente de unas generaciones no acostumbradas a tanta apertura. Evidentemente, los creadores eran cosncientes del mensaje que llegaría al espectador aunque, tal y como se desvela en los extras del DVD, nunca sospecharon el tremendo éxito e impacto que iba a provocar un filme rodado con pocos medios y destinado a unos pocos.

Sin embargo, esos "pocos" se convirtieron en millones que abarrotaron las salas de cine gritando como condenados y pasando uno de los "mejores-peores" momentos vividos en el cine. Inevitable era, por tanto, la llegada de nuevas entregas para crear una franquicia. Y fue en la tercera de la saga cuando el asesino se puso la icónica máscara de hockey y asentó el misticismo de un personaje clásico para el género que este viernes regresará a las pantallas de gran parte del mundo. Y no lo hace como una continuación, si no que más bien llega como una nueva revisión del clásico. Un nuevo inicio, al estilo de lo intentado con películas como La matanza de Texas (2004) o lo conseguido con Batman Begins y El caballero Oscuro (2005 y 2008, respectivamente).

Precisamente el encargado de llevar la matanza americana a las nuevas generaciones es el mismo que ahora está detrás del nuevo Viernes 13: Marcus Nispel. Si la decisión de relanzar la saga por parte de éste y de su productor, Michael Bay, es o no acertada lo dirán las críticas y la taquilla. Todo indica que ambas se contradecirán una vez más, siendo la nueva masacre en el campamento de Camp Lake vapuleada por la primera y triunfando en la segunda.