domingo, 11 de mayo de 2008

"Los espectadores no sois gilipollas"

























El pasado año el cine de terror español supuso un enorme éxito nacional (El orfanato) e internacional (REC). Es curioso como, además, se estaba moviendo una película que mezcla el suspense y la ciencia ficción, quizá con algo de terror, también española. Sin embargo, a pesar de las extraordinarias críticas en Ain´t it cool news , los festivales de cine de Texas, Philadelphia, Amsterdam o Stiges, la película firmó antes un contrato para su proyección en Estados Unidos que para su estreno en España. ¿Cuál es el filme en cuestión? Los Cronocrímenes, el debut como director de largometrajes para Nacho Vigalondo, nominado al Oscar por el corto 7.35 de la mañana.

El caso es que tras los repetidos elogios (y algunos ataques) recibidos allá por donde la han visto, esta película de 86 minutos consiguió antes fijar su estreno en el extranjero que en su país de origen. Es más. Los cronocrímenes tendrá un remake que está escribiendo el guionista de Hijos de los hombres.

El meollo de esta historia viene, una vez más, por ese absurdo prejuicio del espectador español de rechazar el cine de género hecho en España. El director, que ha vivido ultimamente a caballo entre tierras nortemaricanas y suelo español, asegura ver con cierta rabia que se valora más el cine tras la frontera que dentro del propio país. Cierto es, también, que son pocos los que se lanzan a hacer algo diferente, a darle al público lo que quiere. Y esto, por extraño y averrante que algunos puristas quieran pretender, no tiene por qué estar desligado del arte. El Orfanato desmuestra escasa originalidad, pero un manejo de la puesta es escena como pocos directores patrios. {REC} fue para el cine de terror español lo que el Dragon Khan a los parques temáticos del país. Amenábar rueda estos días en Malta el definitivo salto al cine épico español tras el relativo éxito de Alatristre. Y, aun así, hay quien rechaza aun el cine de género hecho en casa.


Por suerte para el futuro del cine (aunque la mayoría aun no se haya dado cuenta), los directores están empezando a tener concepto de industria. Pero, lo mejor de todo, es que creen en el espectador inteligente, tal y como dijo Nacho Vigalando en una entrevista para Las Horas Perdidas: "tengo claro que los espectadores no sois gilipollas. No sabes la cantidad de gente a la que tienes que convencer de eso a la hora de hacer una película". Por suerte para los amantes del buen cine de género, Vigalondo ha hecho una película premiada en varios países y festivales, por lo que se aguarda con esperanzas la llegada de Los Cronocrímenes para el próximo 27 de Junio.

Acaba de salir el último trailer de la película, que muestra a Karra Elejalde envuelto en una pesadilla marcada por los saltos temporales. El director, al que se le ha criticado la escasez de personajes y localizaciones como evidencia de una falta de presupuesto, se defiende de tales acusaciones en su blog: "quise hacer una película con pocos personajes y escenarios, como será la que estoy escribiendo ahora, independientemente del presupuesto que haya detrás. Llámenlo estilo, autoría o capricho tonto (...) Practico la escasez de información, la abstracción, la reducción de la acción en el tiempo y el espacio, el mínimo número de personajes".

Los cronocrimenes promete jugar con la mente del espectador, para hacerle creer que sabe lo que va a pasar y luego sorprender. Es algo complicado, los espectadores de hoy consumen mucho cine, series de televisión cada vez más trabajadas, comics, literatura... "Los cronocrímenes es más un juguete que una película: tiene muchos mecanismos internos que puedes descifrar con una segunda visión", explica Vigalondo en otra entrevista concedida al diario "El País". Y es que el director ha asegurado que sus referentes principales son de los clásicos literarios de la ciencia ficción como Robert Heinlein o Philip K. Dick. "Con esta película hemos intentado agradar al público de siempre, pero también hemos querido coger desprevenido al fan “duro” de la ciencia ficción, muy acostumbrado, a su pesar, a ser condescendiente cuando va al cine (...) Algunos de los comentarios más halagadores que he recibido han sido por parte de fanáticos de la ciencia ficción que me confesaron que, hasta el minuto 50 de la película, creen que se las saben todas… Y de repente sucede algo que trastoca toda su perspectiva".

Paradójicamente, una película española de éxito internacional, inteligente y capaz de sorprender a los espectadores más exigentes (los de los festivales de género), ha tenido problemas para estrenarse en España. Por fin, parece que alguien con dos dedos de frente se dio cuenta de que hay espectadores inteligentes en España que reclaman productos de esta índole: ciencia ficción, entretenimeinto, suspense y originalidad. Menos mal que hay gente que sabe, como Vigalando, y con perdón de la expresión, que no todos los espectadores son gilipollas.

miércoles, 7 de mayo de 2008

El ocaso de los genios












Ser un genio mola. Dices cosas que quedan muy cool, la gente te admira, te recuerda y, si eres Dalí, Mecano te dedica una canción surrealista. Pero ser un genio tiene sus inconvenientes: no con ser un excéntrico tienes la vida resuelta. Hay que saber mantener el nivel de tus obras. Y claro, eso cuesta. Exige trabajo, arte, renovación... Un genio se reinventa con cada obra, pero todos pasan en algún momento por su particular ocaso creativo.

Dario Argento ha sido considerado por muchos un genio del cine de terror. Para otros, es sólo un descerebrado al que le pone la sangre. Argento es un freak sangriento: transgresor, extremo y osado, revolvió las entrañas del cine de terror con Suspiria o Deep Red. Obra tras obra, pesadilla tras pesadilla, con la fuerza perturbadora de su mente, Argento ha creado momentos antológicos, sobrecogedores y aterradores. La clásica estrategia de no mostrar nada más que las manos del asesino durante toda la película, por ejemplo, hizo del director italiano todo un maestro del terror. Sin embargo, sus últimos trabajos muestran un acusado desgaste, desvíos innecesarios y cierto barroquismo sangriento falto del carisma precedido.

Sí. Sus películas siempre se han excedido, siempre ha sobrepasado el límite de lo "visible", siempre ha jugado con un gore sucio y malsano no apto para paladares sensibles. Pero cada una de sus trasgresiones nacía de un por qué, se basaba en una necesidad dramática y constitutía un nuevo toque de originalidad a la belleza de lo malsano. En sus últimas obras, como Mother of tears, al director romano se le va la mano por escabrosas secuencias, se pierde con giros de guión innecesarios y termina por convertir sus películas en un vertedero en el que se recicla a sí mismo. Todas las críticas coinciden: este no es el representante del Giallo italiano (las tres primeras obras de este género fueron obra de Argento).


El director parece decidido a repetir la fórmula de lo siniestro como expresión artística, pero su empeño en superarse aumentando el sadismo bizarro de sus inicios deriva en excesos olvidables que se atragantan incluso en las gargantas más acérrimas. Y a pesar de todo, es de esos directores que no puede evitar ramalazos de buen cine ni en sus trabajos más irregulares. Es el privilegio de los grandes, ¿no? Después de hacer historia se les puede perdonar alguna irregularidad. Sus fallos parecen enormes entre tanto buen hacer, pero no pasa nada. A veinticuatro fotogramas por segundo siempre hay espacio para el detalle artístico, aunque éste sea un desliz dentro de una obra erronea.

En ocasiones, Argento parece obligado por su fama a revolver las entrañas del espectador con lo más desagradable o escabroso que logre imaginarse, con alguna insana atrocidad que supere a las anteriores. Quizá le ocurra como a Shyamalan, obligado al “giro final” desde el pelotazo que supuso El sexto sentido. Los dos son directores forzados por su propia fama a superarse así mismos. Si hacen algo diferente, el público lo rechaza. Si repiten, paso a paso, la misma fórmula, el público se aburre. ¿Qué hacer entonces? Sólo los auténticos genios pueden saberlo...

NOTA: Esta entrada es una reescritura de mi artículo para Cookies on the Net en mayo de 2008.

lunes, 5 de mayo de 2008

Miedo estival





















Allá por el año 1965, Narciso Ibáñez Serrador se erigió como profeta del terror en nuestro país. Sus Historias para no dormir fueron todo un éxito nacional, gracias a sus inquietantes y originales relatos. Fue una serie de cortos emitidos en televisión que maravillaron a los españoles de la época. Por supuesto, Estados Unidos ha tenido también sus seriales de terror. El último de ellos llegará a las pantallas el próximo mes de Junio, dando el pistoletazo de salida a la temporada estival televisiva. Se trata de Fear Itself, una serie de 10 capítulos de terror para la NBC que pretende superar el éxito de Masters of horror, de la cadena Showtime.

Esta nueva serie llega en pleno auge de los seriales estadounidenses, que parecen estar viviendo una nueva edad de oro gracias a Los Soprano, Perdidos, House o Dexter. Sin embargo, rompe la continuidad de estas últimas para contar, como las historias de Ibañez Serrador, relatos completamente independientes, con temáticas, personajes, localizaciones y equipos diferentes. Ésta es su gran baza, ya que ha permitido a actores conocidos como Brandon Routh participar en ellas, sin contar que directores y guionistas expertos en el género han escrito y dirigo los episodios.

El listado de capítulos e implicados es de lo más variopinto:

Eater, dirigido por Stuart Gordon (Dagon) y escrito por Richard Chizmar y Johnathon Schaech. En este primer capítulo una policia principiante pasará su primera noche en la comisaria vigilando a un siniestro asesino en serie llamado "Eater".

Something with bite dará un nuevo giro al clásico relato de hombres lobo, de la mano del escritor Max Landis (hijo de John Landis, mítico director de Un hombre lobo americano en Londres). Tras la cámara de este segundo capítulo estará Ernest Dickerson, director de capítulos de Héroes, Los 4400 o la propia Masters of horror.

Skin & bones es el tercer capítulo de la serie, cuyo director aun no ha sido anunciado de forma oficial a pesar de los rumores de que podría ser John Carpenter. Tratará de un pastor que, al regresar del bosque, nota una posesión demoníaca en todo el mundo. Está escrito por Drew McWeeny & Scott Swan, guionistas también de algunos capitulos de la serie análoga de Showtime.

Ronny Yu, director de La novia de Chucky, afronta un thriller psicologico de acción protagonizado por un hombre de familia que cambia de cuerpo con un asesino en serie. Family man está escrito por Dan Knauf (Carnivale).


El director de las tres secuelas de Saw, Darren Lynn Bousman, se encarga de New Year´s day, la quinta historia de la serie, en la que una mujer despierta en un mundo post-apocalíptico dominado por zombies. Steve Niles, guionista de 30 días de oscuridad, repetirá en el mundo vampírico con el guión de este capítulo.

Chance será la historia de un hombre enfrentado a su propio lado oscuro, al más puro estilo Jekyll & Hyde. Aunque el director aun no se conoce, el guión corre a cargo de Lem Dobbs, escritor de Dark City.

The sacrifice juega con la doble vertiente placer/dolor que tanto juego ha dado en el cine de terror. Cuando un grupo de criminales se refugia en una pequeña fortaleza aislada por la nieve descubrirán a tres tentadoras criaturas con deseos de matar. El director de Creature from the Black Lagoon, Breck Eisner, y el escritor Mick Garris son los responsables de este capítulo.

A finales de Julio llegará Comunnity bajo la dirección de Mary Harron (American Psycho), en la que una pareja llega a su nuevo vencidario. Allí, la comunidad de vecinos hará primar, por cualquier medio, la perfección de los recién llegados.

Spooke, dirigido por Brad Anderson (El maquinista), será la historia de un detective privado obligado a enfrentarse a su pasado y sus peores miedos en una casa encantada. Los recovecos del guión, de mano de Matt Venne, guionista de la secuela de White Noise.

La última entrega de la serie será Nightmare in Lace, dirigido por John Landis, que repite en esta serie. El guión, a cargo de Victor Salva, (Jeepers Creepers) presenta a una mujer que, en el día de su boda, recibe una inquietante nota: "tu esposo es un asesino en serie".

La verdad es que las historias prometen y el equipo que llevan detrás sabe lo que se hace. Habrá que esperar a ver qué tal funciona durante la época estival esta serie de terror, bien pensada en su forma, ya que en verano la mayoría de espectadores no puede seguir con asiduidad una serie de televisión al uso.