viernes, 4 de abril de 2008

El fin de los días



















Año 2003. El mundo entero asiste atónito a las imágenes de una desolada ciudad de Londres. Abandonada, desierta, escalofriante y de un silencio asfixiante.

Año 2007. Una espesa e interminable niebla cubre parte de Estados Unidos. Un grupo de personas queda atrapado dentro de un supermercado. Los pedazos de los primeros que se aventuraron en la niebla se estrellan contra los cristales. Comienza el pánico.

Año 2008. Millones de americanos se suicidan en masa a lo largo de todo Estados Unidos. La histeria se apodera de América.

Por fortuna, todas estas situaciones son producto de la imaginación de guionistas y directores de cine. Corresponden a las películas 28 días después”, “La NieblayEl suceso”, las dos últimas aun por estrenar en España. Las tres tienen, sin embargo, una máxima común que late entre sus imágenes: “el hombre es un lobo para el hombre”. Sin duda, los zombies londinenses de “28 días después”, las criaturas que se esconden en “La niebla” o los suicidios y asesinatos masivos de “El suceso” son los que “dan miedo” al espectador. Pero, en realidad, todas estas producciones de corte apocalíptico esconden siempre al ser humano como causante de todos los males, como auténtico “terror” y símbolo de maldad.

Esta semana se ha publicado el trailer de “3 días”, la primera película española de corte apocalíptico. El filme, que se estrenará en España el próximo 25 de abril, narra lo que le ocurre a un grupo de personas en las 76 horas que restan para el impacto de un meteorito que terminará con toda vida humana. La expectación ante esta nueva visión del apocalipsis (que en su carrera internacional se conocerá como "Before the fall") está crecienco entre los aficionados a la ciencia ficción, ya que nunca antes el cine español se había arriesgado con una película de este género.



El director, F. Javier Gutiérrez, ha concedido una pequeña entrevista para la web Cinemavip en la que describe este proyecto como un “cuento para adultos” que mezcla el terror y la ciencia ficción con ciertas dosis de romanticismo. Además, ha creado “una atmósfera que, poco a poco, va apretando al espectador hasta los últimos veinte minutos, en los que ya desemboca en secuencias de acción y efectos especiales”.

El trailer respira un aire malsano, apocalíptico, al más puro estilo Mad Max, aprovechando el tono dorado de las localizaciones andaluzas. En ese mundo árido, moribundo, se moverán una serie de personajes aterrados por la presencia de Lucio, cuya personalidad define la propia web de la película como “inquietante y tremendamente embaucador", "dispuesto a abrir viejas heridas".

El hecho de que siempre se insinúe al hombre como causante de su propia destrucción, de que el hombre se defina como un animal herido y cruel, demuestra la inteligencia de sus creadores, capaces de ver bajo los miedos latentes de la población. Ahora, cuando todos parecen haberse dado cuenta de lo destructivo que puede ser el hombre tras los atentados de Al Qaeda o las torturas de Abu Ghraib; ahora que todos toman en serio el cambio climático y se especula con la posibilidad de ataques terroristas de tipo biológico, estas producciones apocalípticas calan más hondo en las audiencias. Y es que los nuevos espectadores, los que acuden a los cines y se descargan las películas de internet, las forman personas que no han vivido una guerra y que no conocían los crueles límites del comportamiento humano. Después del 11 de Septiembre, después del 11 de Marzo, la posibilidad de que el hombre se autodestruya no parece tan lejana, la idea de morir por la sinrazón de otro, no parece tan alejada. Y el cine apocalíptico, el cine de terror, no es más que un escalofriante reflejo de este sentir social.




2 comentarios:

vurdalak dijo...

El fin del mundo se ha acercado a la tierra tantas veces y de tantas formas distintas que casi nos hemos acostrumbado... Lo singular de esta película de los tres días no es tanto la temática sino que está realizada en nuestro país. Muy a mi pesar hay que reconocer que en los últimos años se están haciendo algunas películas prometedoras también a este lado del charco.

Diego Sánchez dijo...

A ver si nos vamos quitando esos prejuicios hacia el cine español, que ya va siendo hora. Aunque he de reconocer que yo mismo espero siempre los estrenos españoles con ciertas reservas, pues aun estamos todos influidos por el cine de Berlanga o Almodovar. Pero hay más, gracias al cielo. Nóveles y jóvenes directores que están demostrando que el concepto de industria no está reñido con la calidad.