Comenzar a hablar de la tercera temporada de Fringe resulta complicado. Recuerdo los primeros capítulos con entusiasmo, recuerdo el suspense creado en aquella primera etapa de esta temporada, con todo el tema de los dobles encubiertos, haciendo un uso perfecto de los cuadrantes de conocimiento de la ventana de Johari. La etapa final ha sido desde luego un tour de force en resolución de enigmas y tramas, dada la amenaza de cancelación que por momentos sobrevoló la serie. Y la culminación este domingo (al menos en Estados Unidos) de la tercera temporada con esos desconcertantes minutos finales.
La serie creada por J.J. Abrams, Roberto Orci y Alex Kurtzman en 2008 no triunfa tanto como Perdidos (LOST), pero para muchos es mejor que la serie de la ABC. Desde un inicio, Fringe optó por la ciencia ficción de forma directa. La serie comienza como un cruce de Expediente X y CSI, pero finalmente se lanza a la piscna de la ciencia ficción pura con la aparición de universos paralelos. Pronto nos damos cuenta de que la serie bebe del terror, del comic, de la ciencia ficción clásica y la serie b.
Durante esta tercera temporada la serie sufrió un cambio de horario que muchos auguraron conllevaría su fin por falta de audiencia, pero hay que decir que Fringe ha aguantado muy bien el tipo a pesar de emitirse los viernes noche. Quiza por la cantidad de detalle, por lo bien llevadas que están las tramas de intriga y suspense o por el uso de técnicas visuales como la animación. Y es que la introducción de momentos animados ha sido una grata sorpresa, desde luego, uno de los momentos de la temporada.
Al igual que ocurría en Perdidos, las respuestas que conceden los guionistas conllevan a nuevos interrogantes. Curiosamente la serie cada vez me recuerda menos a Expediente X o la propia Perdidos y más a otro show de Abrams: Alias. Al igual que en la serie protagonizada por Jennifer Garner, en Fringe el personaje principal es una mujer de carácter fuerte, pasado revuelto y habilidades especiales. Y además, ambas se ven rodeadas de un mundo de conspiraciones, secretos y sucesos que pondrían al límite las creencias de cualquier ser humano.
Los aficionados a la ciencia ficción, la acción y el misterio, incluso los aficionados al terror, encontrarán retazos de sus géneros favoritos en esta serie, un show televisivo que este domingo llegó a su tercero final de temporada desencajando mandíbulas y arrancando otro de los grandes temas de la ciencia ficción. Si los universos paralelos forman parte inequívoca del género y de la serie, los viajes temporales son casi una obligación en la materia, por lo que los guionsitas y creadores han ido a por ello. Y si a eso le añadimos la "desaparación" (literal) de uno de los personajes principales, a uno sólo le queda sentarse a esperar qué ocurre en la siguiente temporada. Desde luego, ya pueden explicarme bien lo ocurrido con Peter, porque no pueden soltar que uno de los protagonistas "nunca existió" y quedarse tan anchos, por mucho cometido que haya cumplido.
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