"Creo que el público está demasiado acomodado en las películas de hoy.
Creen todo lo que oyen y ven. Me gusta jugar con eso".
Christopher Nolan.
La primera vez que vi una película suya aluciné con la propuesta. Nominada al Globo de Oro como mejor guión y nominada a dos Premios Óscar (por su guion original y edición), la línea temporal de Memento no es lineal, va hacia atrás, "a saltos", mostrando según avanza la película las causas de lo ya se ha visto, en vez de sus consecuencias. Entre éstas, se intercalan secuencias en blanco y negro que progresan en orden normal y que al final de la cinta, se unen.
Ya en aquel momento Nolan dejaba constancia de lo mucho que le gusta jugar con las ideas preconcebidas del espectador para agitarlas, removerlas y dejarles con la boca abierta. Película tras película, Nolan ha conseguido una reputación intachable, en la que quizá sus peores filmes recaudan más de cien millones en taquilla y son claramente superiores a la media de los productos estrenados a lo largo del año. Desde sus primeros cortos, el director de Origen ha jugado con la idea de que el hombre se enfrente a sí mismo, de que la realidad no es siempre lo que parece y ha coqueteado con personajes e ideas de una mente humana en estados extremos.
Nolan basa su éxito en guiones sorprendentes, muy bien estructurados y trabajados, siempre jugando con la conciencia de lo que es real, de la moral, la ética. Siempre cuestionando al espectador, apelando a su inteligencia, dándole algo en qué pensar. Nunca utiliza la acción de forma gratuita, sino para remarcar lo que sus personajes buscan, sienten, sufren o piensan, aunque ni ellos mismos lo sepan.
Su primer largometraje, Following, fue rodado durante todo un año durante los fines de semana, junto a sus compañeros de la University College London film society en la que estaban estudiando. Con un presupuesto de 6.000 dólares, consiguió alcanzar festivales de todo el mundo, llamar la atención de productoras y ganar 48.482 dólares en apenas un puñado de cines.
A continuación llegó Memento, con la que comenzamos el repaso a su filmografía en este artículo, una película sobre un hombre incapaz de recordar lo que ha pasado apenas unos minutos antes y cuya vida es una constante interrogación. Basada en el relato de su hermano Jonathan Nolan, Memento Mori, el filme empujó la carrera de Nolan hasta una cómoda posición en Hollywood.
Tras el gran éxito de este filme (costó nueve millones y recaudó treinta y nueve), Nolan rodó Insomnio, un thriller que nos sitúa ante un extraño asesinato realizado en un pequeño pueblo de Alaska al que llega un veterano policía de la ciudad (Al Pacino) para ayudar en la investigación. El título hace referencia al insomnio sufrido por el protagonista debido tanto a las interminables horas de luz que hay en el pueblo como a su propios fantasmas personales.
De nuevo, la gran acogida del filme le permitió negociar con la Warner Bros el reinicio de uno de los personajes más clásicos del mundo del comic: Batman. Batman Begins y The Dark Knight (El caballero Oscuro) constituyen dos de las tres películas que Nolan ha hecho sobre el personaje de DC Comics. La primera sitúa al protagonista, interpretado por Christian Bale, en lo que su papel como guardián de Gotham City. En la segunda parte se introduce su prueba de fuego al enfrentarse a Joker, con la magnifica actuación de Heath Ledger, ganador del Oscar por este papel. La tercera parte, The Dark Knight Rises, está prevista para mediados de 2012 y pondrá fin a la relación de Nolan como director del héroe de Gotham.
Algunos han criticado la falta de mano del director al rodar secuencias de acción, pero vistas El caballero Oscuro y Origen, cuyas imágenes resultan espectaculares y podéis juzgar vosotros mismos en el video de abajo, no entiendo cómo aun hay quien critique que no sabe rodar secuencias de acción.
Antes de embarcarse en el rodaje de El caballero oscuro, Nolan rodo El prestigio, un filme escrito a dos manos entre Christopher y Jonathan Nolan. La película está ambientada a principios del Siglo XX y cuenta la historia de dos magos rivales que buscan la destrucción del otro a cualquier precio. Sin alcanzar el éxito de la saga de Batman, El prestigio funcionó en taquilla y no defraudó a la crítica, así que se embarcó en el rodaje de El Caballero oscuro con la confianza de la Warner a sus espaldas. Cuando se estrenó el filme y acabó convirtiéndose en su película más aclamada y taquillera, con críticas comparándola con la calidad de El padrino y la taquilla superando los mil millones de dólares, Nolan saltó a un nivel alcanzado sólo por los más grandes.
Sus historias complejas, profundas, pero al mismo tiempo increiblemente atrayentes y cercanas para todos, se mezclan en películas que sirven para hablar de ética, de filosofía, incluso de política; pero al mismo tiempo suponen un viaje en una auténtica montaña rusa de acción, giros y sorpresas que te mantienen pegado a la butaca desde el primer hasta el último minuto. Nolan es uno de esos directores que ha conseguido unir crítica y público, premios y reconocimiento mundial como cineasta y narrador al mismo tiempo que reventar las taquillas mundiales dándole al público lo que pide. Cine de calidad y entretenimiento.
Y volvió a demostrarlo en un proyecto personal para el que Warner puso sin dudarlo cerca de doscientos millones de dólares de presupuesto. Origen no sólo fue una de las mejores películas del 2010, se convirtió en la prueba fehaciente de que el cine de calidad no está reñido con el espectáculo. El estilo de Nolan llama la atención creando aunténticas imágenes de acción, poniendo los efectos especiales (que no tanto digitales) al servicio de la narración, y no supeditando todo el guión a un espectáculo vacuo de significado. Además, busca siempre hacerlo todo frente a la pantalla, cuanto más pueda capturar la cámara mejor. Y así, comete locuras como provocar una avalancha de nieve para el climax de Origen.
Faltan tan sólo dos semanas para el estreno del trailer de su nueva película, El caballero Oscuro: la leyenda renace, de la que hablamos la semana pasada. Tras siete meses de rodaje en tres continentes, y tras haber revolucionado las calles cercanas a Wall Street en Nueva York, la nueva entrega está ahora en manos del equipo de postproducción. El próximo mes de Julio veremos el resultado de un largometraje que entrará a formar parte de la lista de obras creadas por alguien a quien le gusta jugar con las concepciones narativas y las creencias del espectador.
Ya en aquel momento Nolan dejaba constancia de lo mucho que le gusta jugar con las ideas preconcebidas del espectador para agitarlas, removerlas y dejarles con la boca abierta. Película tras película, Nolan ha conseguido una reputación intachable, en la que quizá sus peores filmes recaudan más de cien millones en taquilla y son claramente superiores a la media de los productos estrenados a lo largo del año. Desde sus primeros cortos, el director de Origen ha jugado con la idea de que el hombre se enfrente a sí mismo, de que la realidad no es siempre lo que parece y ha coqueteado con personajes e ideas de una mente humana en estados extremos.
Nolan basa su éxito en guiones sorprendentes, muy bien estructurados y trabajados, siempre jugando con la conciencia de lo que es real, de la moral, la ética. Siempre cuestionando al espectador, apelando a su inteligencia, dándole algo en qué pensar. Nunca utiliza la acción de forma gratuita, sino para remarcar lo que sus personajes buscan, sienten, sufren o piensan, aunque ni ellos mismos lo sepan.
Su primer largometraje, Following, fue rodado durante todo un año durante los fines de semana, junto a sus compañeros de la University College London film society en la que estaban estudiando. Con un presupuesto de 6.000 dólares, consiguió alcanzar festivales de todo el mundo, llamar la atención de productoras y ganar 48.482 dólares en apenas un puñado de cines.
A continuación llegó Memento, con la que comenzamos el repaso a su filmografía en este artículo, una película sobre un hombre incapaz de recordar lo que ha pasado apenas unos minutos antes y cuya vida es una constante interrogación. Basada en el relato de su hermano Jonathan Nolan, Memento Mori, el filme empujó la carrera de Nolan hasta una cómoda posición en Hollywood.
Tras el gran éxito de este filme (costó nueve millones y recaudó treinta y nueve), Nolan rodó Insomnio, un thriller que nos sitúa ante un extraño asesinato realizado en un pequeño pueblo de Alaska al que llega un veterano policía de la ciudad (Al Pacino) para ayudar en la investigación. El título hace referencia al insomnio sufrido por el protagonista debido tanto a las interminables horas de luz que hay en el pueblo como a su propios fantasmas personales.
De nuevo, la gran acogida del filme le permitió negociar con la Warner Bros el reinicio de uno de los personajes más clásicos del mundo del comic: Batman. Batman Begins y The Dark Knight (El caballero Oscuro) constituyen dos de las tres películas que Nolan ha hecho sobre el personaje de DC Comics. La primera sitúa al protagonista, interpretado por Christian Bale, en lo que su papel como guardián de Gotham City. En la segunda parte se introduce su prueba de fuego al enfrentarse a Joker, con la magnifica actuación de Heath Ledger, ganador del Oscar por este papel. La tercera parte, The Dark Knight Rises, está prevista para mediados de 2012 y pondrá fin a la relación de Nolan como director del héroe de Gotham.
Algunos han criticado la falta de mano del director al rodar secuencias de acción, pero vistas El caballero Oscuro y Origen, cuyas imágenes resultan espectaculares y podéis juzgar vosotros mismos en el video de abajo, no entiendo cómo aun hay quien critique que no sabe rodar secuencias de acción.
Antes de embarcarse en el rodaje de El caballero oscuro, Nolan rodo El prestigio, un filme escrito a dos manos entre Christopher y Jonathan Nolan. La película está ambientada a principios del Siglo XX y cuenta la historia de dos magos rivales que buscan la destrucción del otro a cualquier precio. Sin alcanzar el éxito de la saga de Batman, El prestigio funcionó en taquilla y no defraudó a la crítica, así que se embarcó en el rodaje de El Caballero oscuro con la confianza de la Warner a sus espaldas. Cuando se estrenó el filme y acabó convirtiéndose en su película más aclamada y taquillera, con críticas comparándola con la calidad de El padrino y la taquilla superando los mil millones de dólares, Nolan saltó a un nivel alcanzado sólo por los más grandes.
Sus historias complejas, profundas, pero al mismo tiempo increiblemente atrayentes y cercanas para todos, se mezclan en películas que sirven para hablar de ética, de filosofía, incluso de política; pero al mismo tiempo suponen un viaje en una auténtica montaña rusa de acción, giros y sorpresas que te mantienen pegado a la butaca desde el primer hasta el último minuto. Nolan es uno de esos directores que ha conseguido unir crítica y público, premios y reconocimiento mundial como cineasta y narrador al mismo tiempo que reventar las taquillas mundiales dándole al público lo que pide. Cine de calidad y entretenimiento.
Y volvió a demostrarlo en un proyecto personal para el que Warner puso sin dudarlo cerca de doscientos millones de dólares de presupuesto. Origen no sólo fue una de las mejores películas del 2010, se convirtió en la prueba fehaciente de que el cine de calidad no está reñido con el espectáculo. El estilo de Nolan llama la atención creando aunténticas imágenes de acción, poniendo los efectos especiales (que no tanto digitales) al servicio de la narración, y no supeditando todo el guión a un espectáculo vacuo de significado. Además, busca siempre hacerlo todo frente a la pantalla, cuanto más pueda capturar la cámara mejor. Y así, comete locuras como provocar una avalancha de nieve para el climax de Origen.
Faltan tan sólo dos semanas para el estreno del trailer de su nueva película, El caballero Oscuro: la leyenda renace, de la que hablamos la semana pasada. Tras siete meses de rodaje en tres continentes, y tras haber revolucionado las calles cercanas a Wall Street en Nueva York, la nueva entrega está ahora en manos del equipo de postproducción. El próximo mes de Julio veremos el resultado de un largometraje que entrará a formar parte de la lista de obras creadas por alguien a quien le gusta jugar con las concepciones narativas y las creencias del espectador.
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