Pues sí, ya ha llegado. Sitges 2010 arrancó como siempre. Alfombras rojas para las estrellas, un sistema de sonido renovado en el Auditori (la primera sala en españa con un Dolby Surround 7.1) y muchas películas "raras" para el público "normal". El filme que este año da imagen al Festival es El Resplandor, como se puede ver en la foto de apertura de este post, una máquina de escribir con ese texto a la entrada del cine. También tienen el hacha original que el personaje de Jack Nicholson esgrime al final de la película.
Empezamos con la gala de inauguración, con Los Ojos de Julia abriendo el festival. Aunque los trailers nos la han vendido como El Orfanato 2, la película no tiene nada que ver con aquella (más allá de unos mismos productores y una misma actriz protagonista). Los ojos de Julia funciona como un thriller durante toda la película hasta que llega a una parte final en la que se convierte en un Giallo italiano. Llegados a este punto Guillem Morales, su director, no se corta a la hora de mostrar agujas clavadas en pupilas, gargantas cortadas o cuchillos rozando párpados. Tras la película, acudi a la rueda de prensa, en la que se echó en falta a Guillermo del Toro. sin embargo, el director mexicano sí quiso estar presente, de alguna forma, en la inauguración.
Terminamos con la sorpresa de la jornada. Gregg Araki y su Kaboom, a camino entre la ensoñación lynchiana y el gusto por el sexo de Araki. Smith pasa sus días obsesionado con su atractivo compañero de habitación. Y pasa las noches con sueños recurrentes y unas pesadillas premonitorias que convertirán su rutina en cocktail de libertinaje sexual, alucinaciones y una trama llena de suspense. Una atmósfera envolvente y una narración desprejuiciada hacen de Kaboom una delicia audiovisual. Divertida, despreocupada, friki y sexual (muy, muy sexual). Toda una sorpresa que demuestra, y cito una frase de la película "Lo extraño parece ser la nueva norma". ¡Bienvenidos a Sitges!
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