Crítica de Haywire (Indomable): Mamporros con estilo

El reputado director Steven Soderbergh (Ocean’s Eleven, Traffic, Contagio) está de promoción con su último trabajo: Haywire. Las primeras imágenes del  filme nos cautivaron con el estilo visual del director y la repentina irrupcion de la seca violencia en forma de patadas, golpes, puñetazos y acrobacias de una desconocida apalizando a Fassbender, uno de los tipos duros del Hollywood moderno. 

En esta ocasión, Soderbergh nos presenta un thriller de acción con un reparto excepcional encabezado por Gina Carano (a quien pidió conocer tras ver luchar en un programa de televisión). La acompañan en papeles más secundarios Ewan McGregor (El escritor, Ángeles y demonios), Antonio Banderas (El gato con botas), Channing Tatum (G.I. Joe), Bill Paxton (Límite vertical), Michael Fassbender (X Men: primera generación, Malditos bastardos) y Michael Douglas (Wall Street, The Game). 

La sinopsis cuenta que Mallory Kane (Gina Carano) es una agente que trabaja encubierta; numerosos gobiernos la contratan para realizar tareas que ellos mismos no podrían llevar a cabo. Se le encomienda una misión en Dublín donde, al ser traicionada, la joven fracasa. Deberá entonces utilizar todas sus habilidades para escapar de una persecución internacional e intentar llegar a Estados Unidos. Allí tendrá que proteger a su familia y preparará la venganza hacia aquellos que la han traicionado.

Gracias a la capacidad física de Carano, la acción de la película transmite una veracidad fantástica. Quiza, al querer interactuar con todos los protagonistas en las escenas de acción,  en algunos movimientos de las coreografias da la sensación, precisamente, de que está todo demasiado coreografiado. Pero es una gozada ver que la protagonista es la que cae, se golpea, salta y recibe. Pero también da, claro, y cómo las da esta chica. En el prólogo revienta a golpes a un armario como Channing Tattum. 

Con un montaje que alterna varios tiempos, la historia se saltaentre flashbacks y tiempo real y se hace realmente entretenida, en un viaje por diversas ciudades del mundo que Soderberg se encarga de mostrar sin que la película parezca un folleto de viajes pero con la identidad necesaria para definir cada rincón. Y es que Soderberg vuelve a demostrar que uno de sus puntos fuertes es la planificación, jugando con encuadres más trabajados y originales que las películas de acción al uso.

Como tampoco usual es el ritmo del filme, opuesto a películas como la sagas de Jason Bourne o Fast & Furious. Si se puede relacionar con algún thriller de acción reciente, sería con películas alabadas por la crítica pero poco exitosas como Hanna o Drive, muy del gusto de la crítica pero no de la taquilla. Y es que estas son fantásticas películas, pero poco comerciales. Con un ritmo pausado y un soundtrack alejado de lo que uno espera del cine de acción, Haywire llegará a las pantallas españolas en Marzo, momento en el que recuperaremos esta crítica y aportaremos algunos datos de producción, aunque para muchos paladares el filme sea lento, para otro seguro que es una lección de cine.