Cerca del miedo: un teatro que aterroriza

Imágen: Ricardo Bautista

Parece que con los tiempos que corren ya se haya hecho de todo en lo que a entretenimiento y espectáculos se refiere. Es difícil innovar, es difícil ser diferente. Pero si nos ponemos a analizar bien el panorama, descubriremos que aún hay algunos huecos por rellenar. Es precisamente de lo que se dieron cuenta en la Factoría del Terror, una compañía fundada por Zoraida Marín que lleva más de siete años trabajando con el género y buscando las claves del mismo para llevarlo a la gente en forma de espectáculos. Su última idea: trasladarlo al teatro.

Son aproximadamente las diez de la noche, nos encontramos en un local pintoresco con forma de cueva del barrio de La Latina de Madrid. Nos conducen a través de unas escaleras a la parte baja del local y nos introducen en una sala iluminada con una luz tenue. El escenario que hay ante nosotros está completamente a ras del suelo, el atrezo y posteriormente los actores se encuentran cara a cara con el espectador que se sienta a escasos centímetros de ellos. Pronto comienza el espectáculo y aparece un personaje curioso pero podríamos decir “normal”, es el maestro de ceremonias que nos guiará a través de la obra y dará paso a las dos piezas de las que se compone. 

Imagen: Ricardo Bautista

La primera pieza está puramente inspirada en el cine clásico de terror, en aquellas historias sobre fenómenos paranormales y espíritus que nos han aterrorizado alguna vez a cada uno de nosotros. Una historia en la que en un principio a penas sabremos de sus protagonistas ni de lo que está ocurriendo, pero que poco a poco averiguaremos y se irá construyendo con los sucesos y los diálogos hasta que por fin comprendamos el motivo por el que están tan atemorizados. La obra juega con el público a mostrarnos poco de esa fuente del miedo, obligándonos a ser nosotros mismos quienes imaginemos el qué y el por qué. Una táctica verdaderamente eficaz ya que cada persona acaba imaginando aquello que le da más miedo, haciendo realidad sus peores pesadillas. Basada en un relato de Teo Rodríguez (Milenio 3), la pieza nos hará sentir verdadero terror en vivo de una manera muy explícita, tanto que alguno tendrá que retirar la mirada del escenario durante algunos segundos.

La segunda pieza, por el contrario, se remite a un terror mucho más real, más psicológico; algo que, aunque raro, nos podría pasar a cualquiera de nosotros. Se trata de una historia en la que lo que tememos no es algo procedente de la ciencia ficción, sino simplemente otro ser humano. Esta pieza seguramente será la que más sorprenda y asuste al público, sumergiéndolo en un ambiente oscuro y donde el suspense nos tendrá en vilo desde el comienzo hasta el final.

Ricardo Bautista

Respecto al maestro de ceremonias que comentábamos al principio, es uno de los personajes más curiosos de toda la obra. Guiará al público no sólo a través de las dos piezas principales de la obra, sino a través de una reflexión sobre el miedo, el terror. Haciendo que nos adentremos en nuestros propios temores, trayendo de nuestra memoria aquello que siempre nos ha dado más miedo y descubriéndonos el porqué del mismo. Para nuestro gusto, este monólogo es una de las partes más interesantes de la obra y que merece la pena escuchar y dejarse seducir por el mismo. 

Nos impactó el hecho de conocer que Cerca del miedo es un teatro de terror, un género que en vivo tiene grandes complicaciones; pero tras haber visto el resultado del trabajo que la Factoría del Terror ha llevado a cabo, no nos cabe duda de que se debería explotar mucho más. Tanto para amantes del teatro, como para los amantes del género, será una experiencia totalmente distinta a cualquier otra cosa vista con anterioridad. Sin buscar asustar a la gente por medio de sobresaltos, golpes de música u otro tipo de juego que utiliza el cine, Cerca del miedo nos invita a pasar una hora donde el terror será tan real que lo podremos incluso tocar, teniéndolo, como su propio nombre indica… demasiado cerca.

Por Natalia Vivancos