Risas aseguradas en Con derecho a roce

La pasada semana Sensacine, como parte de su club de amigos, nos invitó a compartir con ellos un pase privado en Sony Entertaiment España para ver Con derecho a roce, la nueva película de Will Gluck que cuenta con Justin Timberlake y Mila Kunis en los papeles principales y que se estrenará el próximo viernes veintitrés. 

Jamie (Mila Kunis), una cazatalentos de Manhattan, conoce a Dylan (Justin Timberlake), un periodista y creativo de Los Ángeles, cuando le convence para firmar un contrato con una importante empresa de Nueva York. Pronto nacerá entre ellos una gran amistad en la que incluirán el sexo como un juego de diversión sin que les suponga alguna atadura. El trato parece perfecto hasta que las cosas comienzan a complicarse.

A primera vista el argumento puede ser de todo menos original. Llevamos una temporada en la que las películas cuya trama gira en torno al sexo entre amigos parecen estar de moda. Ejemplos de ello son Sin compromiso de Ivan Reitman o Amor y otras drogas de Edward Zwick, ambas estrenadas este mismo año. Aún así Con derecho a roce hace un esfuerzo por alejarse de su propio género riéndose de todos los tópicos que envuelven a las comedias románticas y criticándolas.

Respecto a los actores principales, no diremos mucho de sus capacidades interpretativas, simplemente cumplen con lo esencial del género: son guapos, graciosos y carismáticos. Quizás la diferencia la marquen los personajes secundarios, algo más originales y ofreciéndonos algunos de los gags que más nos han hecho reír en la película. Destacamos entre ellos a Woody Harrelson interpretando a un gay alocado, a Patricia Clarckson metiéndose en la piel de una madre liberal e irresponsable y a Richard Jenkins como un padre al que le da por quitarse los pantalones en público por culpa de una enfermedad.

En definitiva, Con derecho a roce es una comedia divertida que se ríe de los tópicos de los que ella misma está construida. Imprescindible para los amantes del género y recomendable para aquellos que dicen ser unos escépticos en el amor.

Por Natalia Vivancos