Ayer os hablábamos de una obra de teatro de terror la cual fuimos a ver parte del equipo de Planta 13. Se trata de Cerca del miedo, una experiencia real y en vivo que La Factoría del Terror nos ha traído a Madrid con la esperanza de empezar a extender este género tan poco conocido en el mundo del teatro. Planta 13 tuvo el placer de conocer al equipo que forman la compañía y de hablar con su director y guionista, David Sánchez.
Planta 13: ¿Por qué una obra de teatro sobre el terror?
David Sánchez: Principalmente porque todos los que formamos parte de la obra somos aficionados al género, a todos y cada uno nos encanta. Y si miramos a nuestro alrededor, vemos que en lo que se refiere al teatro hay un gran vacío respecto a este género; así que decidimos probar y empezar a llenar ese vacío.
Planta 13: Una de las apuestas es el contacto con el público, sumergirles en la historia. ¿Es la evolución lógica de la experiencia cinematográfica del cine en primera persona tipo REC o El proyecto de la bruja de Blair?
David Sánchez: Es algo parecido a eso, pero llevado al teatro lo que lo hace bastante distinto. En cine todo es inventado, es decir, nunca sabes qué han hecho de verdad o qué está hecho por efectos especiales; pero en teatro no cuentas con esos medios, no puedes cortar cuando quieras la toma y luego seguir. Es mucho más difícil. Lo que hacemos es buscar una cercanía con el público, estamos a unos escasos quince centímetros, en ocasiones incluso llegan a tocarnos. Por eso carecemos de escenario, queremos involucrar al público teniéndolo al mismo nivel que nosotros; que lo que pase, suceda a su alrededor.
Planta 13: ¿Cuáles son las referencias e influencias que manejáis para crear vuestro trabajo?
David Sánchez: El Teatro del Gran Guiñol, un teatro de Francia de principios de siglo XX que se caracterizaba por ser muy oscuro y lo consideran el padre del cine gore. Una de nuestras intenciones es revivir ese teatro, sobretodo en la primera parte de la obra. En la segunda, es evidente que nuestra mayor referencia ha sido Teo Rodríguez de Milenio 3, a quien siempre habíamos seguido. También algunas películas como Misery, Saw o Hostel que utilizan un terror mucho más humano y realista, en las que lo que temes es otro ser humano.
Imágen: Ricardo Bautista |
P13: ¿Cómo surge la idea de esta obra en concreto?
D.S.: Es algo que se ha ido formando. Empezamos haciendo Año de cicatrices que corresponde a la primera parte de la obra. Es una pieza corta que nos ha servido para probar al público ya que esto del teatro de terror es algo novedoso y nunca sabes cómo va a reaccionar. Tras estar un tiempo con esta pieza, vimos que la gente necesitaba más, así que decidimos añadir otra parte que está basada en el relato de Teo Rodríguez. Luego utilizamos un monólogo que sirve de nexo de unión entre las dos piezas y que invita al público a una reflexión.
P13: ¿Qué ofrecéis para el público experimentado en el terror?
D.S.: Trasladar lo que están acostumbrados a ver en una pantalla a la realidad, verlo de cerca. Tener una especie de película en vivo.
P13: ¿Demasiado aterrador para gente poco experimentada en el género?
D.S.: Más que aterrador, impactante. La segunda pieza puede llegar a ser muy cruel para espectadores sensibles porque se ven auténticas salvajadas a las que pueden no estar acostumbrados. Hemos visto más de un espectador que en algún momento retira la mirada; pero es parte de esa realidad con la que jugamos.
P13: ¿Cómo encontrasteis esta localización (La escalera de Jacob)? ¿Por qué una cueva?
D.S.: No es que estuviéramos buscando algo así, sino que al verlo supimos que era perfecto. La única intención que teníamos era buscar un sitio donde estuviéramos cerca del público, y La escalera de Jacob de La Latina resultó ideal.
Imágen: Ricardo Bautista |
P13: ¿Habéis seguido la regla de que asusta más lo que no se ve, lo que se intuye?
D.S.: En la primera pieza sí, está basada en el terror clásico así que jugamos a que los protagonistas están viendo algo que el público no ve, pero se imagina. Nos planteamos en llegar a mostrar ese “algo”, pero nos parecía mucho más interesante así porque el público se implica más y acaba imaginando lo que a él le daría más miedo.
P13: ¿Podéis contarnos un poco más sobre ese “maestro de ceremonias” que nos adentrará en el miedo?
D.S.: Es el personaje más normal de toda la obra, se presenta como un aficionado al género y divaga sobre su propia opinión del terror. El papel del maestro de ceremonias no es otro que llevar a la gente a una reflexión sobre el miedo en general y sus propios miedos en particular.
P13: Lleváis años de éxito con el terror ¿Por qué crees que a la gente le gusta pasar miedo?
D.S.: Porque se suelta adrenalina. A la gente le encanta ese subidón que se tiene a causa del miedo sabiendo que no hay un riesgo para ti, sabiendo que no te va a pasar nada. El miedo es un sentimiento primario, es como sentir que estás vivo, se dispara automáticamente por instinto porque es un estado de alerta para el ser humano. Zoraida Marín, actriz y fundadora de la compañía, es también psicóloga y sus conocimientos le han ayudado a conseguir eso en el público.
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